Modernidad líquida y sociedad del cansancio
La modernidad líquida, según Bauman, nos revela como la sociedad actual en la que vivimos está en un estado líquido, es decir, nada es seguro, todo es cambiante y frágil. Nada es duradero ni estable, todo nuestro entorno es flexible: nuestro trabajo, nuestras relaciones personales, nuestra identidad e incluso nuestra familia.
¿Pero, es cierto esto? Definitivamente sí, de hecho, voy a ejemplificarlo con hechos de nuestra vida cotidiana que reflejan a la perfección esta idea. Muchos os sorprenderéis de lo real que es, que hasta da miedo.
Ejemplo 1:
Las redes sociales. Hoy en día tenemos 100 “amigos” en instagram. Estas relaciones son superficiales y fugaces, ya que se pueden eliminar con un solo click. Además, las historias de instagram se borran a las 24 horas, no duran más de un día entero, todo va muy rápido.
Ejemplo 2:
Nuestros abuelos trabajaban 30 años en el mismo sitio. Hoy las personas cambian de empleo constantemente y cada pocos años, contando con que tengan. Hay muchísimos trabajos en los que los contratos son por horas, que aparecen y desaparecen por despidos repentinos. Vivimos con la incertidumbre de no saber si mañana seguiremos cobrando o nos habrán despedido. Además, estamos constantemente aprendiendo cosas para conseguir un nuevo trabajo o ascender en el nuestro. Antiguamente se aprendía sobre un oficio y se trabajaba de ello toda la vida.
Ejemplo 3:
Estudiamos para pasar exámenes, para conseguir una nota que en realidad sólo refleja nuestra capacidad de memoria, no lo que realmente sabemos. El examen no refleja nuestra capacidad para comprender el mundo. Se nos exige aprender habilidades nuevas todo el tiempo. Pero nadie nos enseña a pensar críticamente, a cuestionar, solo a adaptarnos.
Ejemplo 4:
¿Cuántas veces hemos oído frases como “si no te hace feliz, déjalo”? Vivimos en una cultura del “usar y tirar”, incluso con las personas. Relacionarse requiere tiempo, compromiso y esfuerzo. Pero la sociedad líquida opta por lo inmediato, pensamos que siempre puede haber más, si algo no nos satisface, buscamos otra opción. Las apps de citas sirven para relacionarse de manera rápida e inmediata, sin pararse a conocer en detalle a la otra persona.
Ejemplo 5
La identidad personal se construía en base a la familia, el origen social, la religión, y era bastante estable. Ahora, la identidad es fluida, cambiante. Las personas pueden “reinventarse” constantemente, pero eso también puede generar confusión o inseguridad. Las personas cambian de carrera varias veces, de ciudad, de creencias… Todos buscamos crear nuestra propia identidad y buscar el sentido de pertenencia. Sin embargo, en parte esto me parece guay también, ya que todos nos movemos, hay mayor diversidad cultural y experiencias.
Vivimos en un cambio constante sin darnos cuenta de ello, lo que también puede llegar a agotarnos. Según Byung-Chul Han pertenecemos a la “sociedad del cansancio”, lo que se puede ver muy bien reflejado en el ejemplo 3. Estar constantemente aprendiendo conocimientos que luego no sirven para la vida real y cotidiana puede ser agotador.
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